jueves, 29 de abril de 2010

EL MONOSABIO

El monosabio es el mozo que ayuda y, si es necesario, socorre al picador en la plaza de toros durante la lidia. Le ayuda a montarse, sujeta al caballo en la suerte de varas para que no sea derribado y socorre el picador si el caballo es derribado. Llevan una vestimenta distinta al resto del personal, que desde mediados del siglo XIX se ha mantenido invariable, consistente en una blusa floja y cerrada de color rojo o azul, y pantalón oscuro y una gorrilla del mismo color que la blusa. Es el único autorizado a pisar el ruedo, además de los toreros, durante la lidia.

El monosabio era originalmente el mozo de cuadras que ayudaba en todo al picador cuando, previamente a la obligación del uso de los petos protectores, se encargaban de retirar a los caballos heridos y les remataban o les realizaban una «bárbara y elemental cirugía» de urgencia en el callejón para devolverlos a la plaza. Esta tarea de auxilio a los caballos malheridos, que a veces era repugnante e incluía crueles maniobras a la vista de todos (como golpear al caballo para que se levantase y abandonase el ruedo), los hacía muy polémicos e impopulares entre el respetable. También provocaba protestas cuando se extralimitaban en sus funciones, por ejemplo citando al toro con la gorrilla.
No obstante esas polémicas, siempre se ha considerado su tarea como imprescindible y muy valerosa, pues auxilian al picador cansado o derribado arriesgando su vida en la misma cara del toro, realizando incluso algún quite sin engaño alguno si llegan antes que los diestros.
En la plaza de toros de Valencia, junto a las placas de recuerdo de Manolo Granero, Curro Valencia, Ladrón de Guevara, hay una dedicada al recuerdo del monosabio PEPET.

domingo, 18 de abril de 2010

EL AYUDA

Mención aparte merece otro servidor de cuadrillas, el AYUDA, como engaña este nombre. En la teoría es el ayudante del MOZO de ESPADAS, pero la labor más fatigosa la realiza este hombre. Si pretendemos hacer una glosa a su labor, tendremos que empezar por el momento en que llega la cuadrilla al hotel, allí estará presto para bajar del vehículo todo el equipaje que traigan, para posteriormente subirlo a las habitaciones.
En la mañana de la corrida empezara temprano, en cualquier lugar del hotel o en la misma plaza de toros preparara capotes y muletas tanto del matador como de la cuadrilla. Esta preparación la realizara limpiando capotes y muletas, ayudado de un cepillo de púas de hierro rascara los capotes hasta quitarles las manchas que tengan, tanto de sangre seca como de arena, residuos de otra corrida. Labor harto pesada, es fácil ver a la puerta del hotel de cuadrillas, al AYUDA con la camisa quitada y sudoroso realizar este trabajo.
Cuando haya terminado con este trabajo y siempre a las órdenes del MOZO de ESPADAS visitara una por una las habitaciones de la cuadrilla, por si alguien necesita algo de él. Si algún picador o banderillero necesita algo se lo pedirá al AYUDA, desde que le limpie las zapatillas de torear hasta una aspirina. si tiene que adquirir alguna entrada para algún compromiso del matador también será el AYUDA quien tenga que ir por ella.
En raras ocasiones se sentara el AYUDA a comer con la cuadrilla, porque no tendrá tiempo (las cuadrillas siempre comen pronto) y este aun no ha terminado su primer trabajo que es la preparación del esporton.
A la hora de vestirse la cuadrilla, tendrá seguramente que echarles una mano o subirles a la habitación algún café, o ayudar a un picador con la pata de hierro. Como los picadores son los primeros que van a la plaza, el AYUDA ira con ellos, cargara el pesado e incomodo esporton junto con varias botellas de agua. Si el MOZO de ESPADAS no ha tenido la precaución de darle una entrada de regalo para que alguien le ayude a entrar a la plaza el pesado esporton, tendrá que ser el solo quien lo haga (El esporton contiene por lo general cuatro muletas y cuatro capotes del matador y de normal dos capotes por banderillero)
Ya en el callejón, preparara encima del esporton, a una parte los capotes de la cuadrilla y a la otra los del matador, colgados sobre la barrera dejara un capote por banderillero dejando que sea el MOZO de ESPADAS el que elija el del matador. Sobre la cantonera de la barrera y plagadas las muletas y al pie de
la misma los estaquilladores, todo preparado para que el MOZO de ESPADAS monte las muletas y seleccione el orden de las mismas.
En la parte mas resguardada del callejón depositara las botellas de agua (el típico botijo paso a la historia) y sobre una de ellas el vaso metálico casi seguro grabado con alguna virgen.
Durante la corrida la misión de este servidor será ayudar al MOZO de ESPADAS y atender a la cuadrilla. Después del tercio de banderillas cambiara los capotes a los banderilleros(los banderilleros suelen emplear dos capotes, uno para la lidia y el de la sangre, para dar vueltas al toro) y seguirá al mozo de espadas por el callejón con el agua y alguna esponja para limpiar la espada del matador cuando termine la faena.
Al terminar la corrida recogerá capotes y muletas, otra vez con el pesado esporton al hotel, pero esta vez como los picadores ya se han marchado tendrá que llevarlo como pueda y si alguien le ayudo a la entrada por un boleto, ahora acabada la corrida lo más fácil es que no aparezca.
En el hotel, dejara el esporton en lugar conveniente para que lo recoja el MOZO de ESPADAS cuando se marche, esperara a que la cuadrilla se cambie de ropa y cuando lo avisen bajara las maletas de las habitaciones para cargarlas en el coche.
Si el AYUDA no va permanente en esta cuadrilla habra terminado su trabajo solo le quedara cobrar. Pero si por el contrario tiene que viajar con esta cuadrilla a otra plaza el trabajo continuara.
(Lo lógico es que el mozo de espadas busque el ayuda según a la plaza que van. así conoce mejor los hoteles, restaurantes e itinerarios de la ciudad)





jueves, 15 de abril de 2010

MOZO de ESPADAS

Toros y toreros, esa seria la base de la fiesta o del espectáculo, pero para que se produzca el espectáculo hacen falta más componentes que sin ellos seria impensable el desarrollo del mismo.
Los demás componentes son una legión de trabajadores que estando por lo general en la sombra,  participan y son pieza importantísima  para el funcionamiento y desarrollo de la corrida.
Los caballos, son por meritos propios artífices del espectáculo, bien sean los de rejoneo que con su majestuosidad y bien hacer, forman parte de espectáculo y en ocasiones son destacados en los medios de difusión. Los de picar imprescindibles para el desarrollo de la corrida conforme los cánones que actualmente conocemos. Hasta incluso los de arrastre tienen su participación, aunque estos sí que son ignorados por el gran publico.
Podríamos enumerar un gran numero de trabajadores y participantes en la fiesta que trabajan desde el anonimato y nadie los considera como parte de ella.
Centrémonos en el MOZO DE ESPADAS al que todos conocen su existencia pero nadie lo considera como pieza de importancia en el imaginario puzzle que es el desarrollo de la corrida.
El perfil del MOZO DE ESPADAS es el de la persona que mejor tiene que conocer al matador, tiene que conocer sus preferencias, gustos, caprichos y como no, algo tan fundamental como las supersticiones del maestro, que seguro que aunque no sea surperticioso algo tendrá que deberá conocer el MOZO de ESPADAS.
Si me preguntaran cuál es la faena del MOZO de ESPADAS me atrevería a decir que menos ponerse delante del toro, todas las demás que se deriven de la organización y el buen desarrollo de la corrida.
La labor del MOZO de ESPADAS empieza cuando contratan al matador, primero tendrá que mandar el contrato que previamente ha confeccionado con los datos de toda la cuadrilla, desde donde este preparara el hotel para toda la cuadrilla, teniendo en cuenta con antelación de como se desarrollara el viaje, para que a la llegada cada uno tenga su aposento preparado.
Organizara el viaje concretando con cada miembro de la cuadrilla el lugar y hora para recogerlos, preparara la ruta y seleccionara los lugares en donde parar a comer así como las posibles paradas que se deban hacer en el camino.
Al llegar al hotel tendrá que distribuir a la cuadrilla en las habitaciones lo normal será que los picadores estén juntos, así como los dos lidiadores y si es posible también el tercero de la cuadrilla. Los picadores, los alojara en la habitación de más fácil acceso, ya que cuando tengan que ir a la plaza necesitaran salir antes y les será más cómodo menearse con su indumentaria.
Pero donde él tiene su trabajo es en la habitación del matador, en una silla prepara el vestido de torear, así como lo necesario para equipar al matador sobre el asiento de la silla dejara la taleguilla, sobre esta la montera que contendrá el fajin, corbatín, tirantes, leotardos añadido y tornillo las ligas para las medias, quizás también una aguja de corbata.
Las medias las dejara extendidas sobre la taleguilla y por ultimo en el borde frontal de la silla el chaleco.
Sobre el respaldo de la silla colocara la chaquetilla, a modo de percha (algunos mozos de espada prefieren dejarla en la percha del armario si la silla tiene el respaldo ancho para que no se deforme), sobre la chaquetilla la camisa blanca de almidonado cuello y ya sobre toda la silla a modo de manto el capote de paseo, en el suelo y bajo la silla las zapatillas.
Sobre la mesita de noche y siguiendo las costumbres del matador, las sacras estampas con alguna lamparilla de cera que sé prendera en el momento de salir para la plaza.
En la plaza y durante el sorteo de las reses, prepara con la empresa lo necesario y requerido en cada corrida, recogerá los pases de autorización para la permanencia en el callejón tanto de él como del ayuda y apoderado (normalmente son los que la empresa tiene establecidos).
Al terminar el sorteo de las reses, reunirá a la cuadrilla para indicarles el puesto donde tienen que ir a comer, que el previamente habrá concertado.
Después adquirirá las entradas que el matador le haya encargado para sus compromisos y acudirá al restaurante donde este comiendo la cuadrilla para abonar la factura que se haya ocasionado.
Ya de nuevo en el hotel del matador, atenderá a las visitas que reciba el maestro, debiendo saber cuales tienen que pasar y cuales no, mas o menos filtrándolas para que no molesten demasiado al maestro, pero sabiendo en todo momento quedar bien sin que nadie se moleste.
El MOZO de ESPADAS deberá ser un conocedor del tema toro ya que posiblemente sea el único de la cuadrilla que vera al matador antes de ir a la plaza y tendrá que informar al matador de como son los toros que le han correspondido en el sorteo.
Al llegar la hora oportuna despertara al matador para dar comienzo al ritual de vestir al matador. Empezara por el añadido y terminara colocando la chaquetilla, al mismo tiempo que le deseara suerte (palabra que se repite mucho los días de corrida.
Cuando el maestro este vestido, su preocupación será que el coche este preparado en la puerta con los banderilleros para todos juntos salir hacia la plaza.
Al llegar a la plaza el MOZO de ESPADAS será acosado por una legión de aficionados pidiéndole una entrada, tendrá que ir dando una disculpa a cada uno y sin perder de vista al matador entrar en la plaza tras él.
En el callejón prepara los trastos de torear, las muletas serán montadas según el gusto del matador, sobre la barrera y medio plegado el capote de brega para el maestro, las espadas dentro del fundón quedaran apoyadas en el muro del callejón al lado del esporton y del botijo de agua que apagara esa falta de saliva en la boca que se produce flor de los nervios.
Cuando haya terminado el paseíllo el matador cambiara con el mozo de espadas el lujoso capote de paseo por el de brega, el mozo de espadas lo extenderá bajo los brazos de alguien acodado en la contrabarrera (Lo más normal es que el matador decida la ubicación del capote de paseo.
Durante toda la corrida el MOZO DE ESPADAS estará pendiente del matador facilitándole desde el callejón el material conveniente para su trabajo no hace ninguna falta que el matador pida algo, será el propio
MOZO DE ESPADAS quien se lo facilite adelantándose a las necesidades del matador.
Si por su labor en la arena el maestro se ha hecho merecedor de la salida por la puerta grande, será el MOZO DE ESPADAS quien buscara al costalero para que lo alce en hombros (normalmente se ofrece el mismo)
Las roturas y estropicios que se produzcan tanto en capotes o muletas así como en el vestido de torear del matador serán reparadas en el mismo callejón de la plaza de toros por el MOZO de ESPADAS, que para eso lleva la caja de hilos que viene a ser como el cajón de sastre, contiene de todo.
Si surge el percance y el matador tiene que pasar a la enfermería el primero que lo acompaña es el MOZO de ESPADAS, quien le quitara el vestido o parte de él para que pueda ser reconocido por los médicos. Recibirá directamente del medico las indicaciones para la recuperación del maestro.
Al terminar la corrida mientras el matador abandona la plaza junto con la cuadrilla el mozo de espadas lo hará solo y en el anonimato, esperara a la cuadrilla en el coche y partirán hacia el hotel.
Cuando el coche se detenga en la puerta del hotel, será el MOZO de ESPADAS el primero que se apee para recoger la llave de la habitación y así la cuadrilla no tenga que esperar y se puedan cambiar cuanto antes.
En la habitación del matador quedaran solos el propio matador y el MOZO de ESPADAS que despojara al maestro de la siempre sudada ropa y en ocasiones ensangrentada, lo recogerá todo y lo preparara para bajarlo al coche.
Al finalizar esta tarea, con su otra herramienta de trabajo(la cartera de los papeles), marchara otra vez a la plaza para cobrar los honorarios del maestro (no siempre es fácil realizar esta tarea) después de comprobar la liquidación que la empresa le presenta y firmar los correspondientes recibos, otra vez al hotel.
Mientras el matador y la cuadrilla están de charla con las visitas o comentando entre ellos lo ocurrido en la plaza, el MOZO de ESPADAS estará todavía de tarea, tendrá que abonar los gastos que se hayan producido en el hotel y el restaurante y todos aquellos que se hayan generado por el matador, cuadrilla o apoderado.
Llamara uno a uno a los miembros de la cuadrilla y les abonara sus correspondientes honorarios, haciéndoles firmar el recibo que luego presentara con la liquidación.
Cuando todo esto termine y el coche ya cargado, emprenderán viaje de regreso al lugar de origen, el trabajo del MOZO de ESPADAS aun continua, tendrá que localizar el lugar conveniente en la carretera para parar a cenar.

Cuando haya dejado a la cuadrilla en los lugares de origen entonces él marchara a su casa. Cuando llegue tendrá que limpiar el vestido de torear del maestro y dejarlo en condiciones para la próxima ocasión.
Tendrá que preparar también la liquidación de los gastos para presentársela al matador o apoderadado. Quizás ahora finalice el trabajo el trabajo del MOZO de ESPADAS. Aun tendrá que ir al día siguiente al matador y presentarle la cuenta de gastos.
Esto podría ser un día de corrida cualquiera, pero es fácil de imaginar como será la labor del MOZO de ESPADAS cuando en los meses de verano se torea todos los días. Este trabajo se multiplicara día a día.
Después de todo lo que se ha relatado del MOZO de ESPADAS es fácil comprender que su labor dentro de la fiesta no deja de ser importante y necesaria pero nadie parece reconocerlo, nadie le da la importancia que tiene y pocos son los que reconocen su trabajo desde el anonimato.
Seria loable que se le reconociese su trabajo y se le diese el trato que creemos merece la labor que desempeña, como ha quedado dicho anteriormente es completa y compleja pero siempre actuá desde el anonimato.
Nadie lo reconoce como torero, tampoco él lo pretende ya que no se enfunda el vestido de alamares ni esta delante del toro, pero si hay muchos de ellos que están marcados por las astas de los toros, son muchos los toros que por su mansedad saltan al callejón, entonces no reconocen a los toreros de las demás gentes, igual acometen contra un MOZO de ESPADAS que contra un fotógrafo, esto no da ocasión o motivo para ser homenajeado, pero si todo el conjunto de faenas que realiza este servidor de las cuadrillas.

jueves, 8 de abril de 2010

METIDA DE PATA EN MONTERAZO

Ocurrió en los primeros años de matador de Vicente Ruiz EL SORO, toreaba una corrida en una plaza del norte, en la cuadrilla figuraba MANOLO MONTOLIU, después del paseíllo indico al matador que se encontraba en la plaza el empresario taurino PABLO LOZANO y que seria conveniente le brindara un toro.

EL SORO también lo vio oportuno y cuando tomo muleta y espada se encamino a la barrera que ocupaba el destinatario del brindis, subido en el estribo y con la montera en la mano:

DON PABLO, TENGO EL GUSTO DE BRINDARLE LA MUERTE DE ESTE TORO POR SER UD. UN MODELO DE EMPRESARIO TAURINO.

El homenajeado puesto en pie recogió la montera y muy serio le dijo a EL SORO:

Muy agradecido por el detalle, pero no me llamo D. Pablo, me llamo

CAMILO JOSE CELA.

La confusión se había producido porque quizás tengan cierto parecido los dos personajes.



miércoles, 7 de abril de 2010

MANIAS, FOBIAS Y DEMAS

Las manías o supersticiones son como decía el pasmo de Triana, Juan Belmonte, como el miedo, es libre, cada cual coge el que quiere.


En el toreo las hay de todas formas y colores, unas generalizadas y las mas personalizadas.

De las generalizadas, quizás la mas conocida sea la fobia hacia el color amarillo, le siguen la aversión a los reptiles, también son generalizadas las fobias de no dejar la montera ni ningún sombrero encima de la cama. Esto lo cumplía RUIZ MIGUEL a rajatabla, hasta el punto, que estando en la cama del hotel o vistiéndose de torero, si entraba alguien con la cabeza cubierta se levantaba y cogía personalmente el sombrero y lo colocaba en cualquier silla, para que no fuese a parar encima de la cama.

Muchos son los que no pisan las rayas de picar en el paseíllo, es el caso de José Miguel Arroyo JOSELITO, también empezar el paseíllo con el pie derecho es generalizado.

ANTONIO BIENVENIDA, las fotos lo atestiguan, siempre llegaba a la plaza con el capote de paseo abierto sobre su brazo, nunca lo llevaba plegado, el mismo confeso en ocasiones que creía le daba suerte.

En las tardes de corrida, JOSE MARI MANZANARES (padre) no toleraba que nadie se sentara en la cama, ni el mismo, se vestía sentado en la silla.

Si los reptiles son motivo de mal fario para los toreros, también otros animales como el gato negro es motivo de superstición, el torero Jerezano RAFAEL DE PAULA tiene aversión a ver en días de corrida una gallina, cada cual se lo toma como quiere.

Son muchos los toreros que cuando salen de la habitación camino de la plaza dejan alguna luz encendida y si es posible que nadie entre en esa habitación mientras dura la corrida. El siempre recordado MANOLO MONTOLIU cuando salía camino de la plaza dejaba abierto un grifo del cuarto de baño, también en cada sorteo antes de meter la mano en el sombrero besaba una estampa sacra que siempre portaba en su cartera personal.

Los Hermanos SORO, antes de salir hacia la plaza encendían una vela encima de las sacras estampas, pero tenían que encenderla con una cerilla de madera, no valían mecheros ni cerillas que no fueran de madera.

Podíamos seguir, pero se haría muy largo, seguiremos con las fobias o manías de los toreros.

martes, 6 de abril de 2010

TROFEOS

Si en el fútbol los goles son triunfos, en el torero los triunfos son las orejas, también en ocasiones el rabo.


¿Pero de donde viene y desde cuando el entregar la oreja del toro como trofeo?

Las corridas de toros como hoy las conocemos nacen en el siglo XVIII, cuando la nobleza abandona el toreo a caballo y la plebe comienza a hacerlo a pie, demostrando su valor y destreza. Así se lee en crónicas de la época como un deporte elitista se convierte en plebeyo. Al principio no existían tercios, orden ni reglas en las cuadrillas. Es Francisco Romero el primer diestro que pone orden a la fiesta y el creador de la muleta tal y como hoy la conocemos.

Antes de profesionalizarse el toreo, el premio que recibían los lidiadores de a pie, no era otro que la carne del toro lidiado, este premio se otorgaba o no, según el criterio del publico. Ocurría en muchas ocasiones que no sé sabia con certeza si había ganado o no el premio por la lidia, por tal motivo sé instituciono el corte de oreja, primero como símbolo ante la gradería que había ganado las carnes del toro por su arrojo y también como vale para retirar las carnes después de faenadas.

Se profesionalizo el toreo y ya cobraban en metálico, pero quedo instituido el corte de oreja como símbolo del triunfo del torero